Comenzamos un nuevo blog dedicado a la nutrición, el ejercicio, y su relación con la obesidad y su tratamiento con un artículo en el que se tratan aspectos generales sobre la obesidad, vamos a ello:
Obesidad: definición, causas y problemas de salud
La obesidad o sobrepeso tiene lugar cuando existe en el cuerpo un exceso de grasas acumuladas y, como consecuencia, la persona que la padece tiene un peso más elevado de lo recomendado para su estatura.
Las principales causas de sobrepeso son el sedentarismo y la alimentación poco equilibrada con consumo excesivo de productos altamente calóricos. En un nivel secundario, el sobrepeso también puede estar causado por algunos trastornos de carácter endocrino, psicológico o genético.
La obesidad puede ser la causa principal de numerosas enfermedades cardiovasculares, respiratorias y óseas, así como de cáncer, problemas respiratorios o diabetes entre otras muchas dolencias.
Combatir la obesidad de manera eficiente
En los casos en que la obesidad está causada por enfermedades o problemas psicológicos como depresiones, un tratamiento efectivo debe pasar por la eliminación del problema de base o, en su caso, la reducción del mismo en la medida de lo posible. Estos pacientes requieren de una atención multidisciplinar en la que intervienen desde el médico, los enfermeros y auxiliares de enfermería, el nutricionista e incluso un coach o entrenador personal. Cuando este es el caso, los pacientes necesitan atención fuera del centro médico que les está tratando y para ello es necesario contar con especialistas que hayan realizado cursos de especialización en atención a domicilio.
En los casos generales de obesidad el tratamiento adecuado se fundamenta en la modificación de los hábitos de vida y, en especial, de las costumbres alimentarias. Para recuperar un peso saludable y mejorar la salud del afectado se busca lograr un equilibrio mediante la elaboración de una dieta personalizada en función de las necesidades de cada individuo. De una forma simultánea, se debe incentivar la actividad física para fomentar la quema de calorías. Gracias a la combinación de estos dos factores se pretende que la cantidad de calorías ingeridas durante el día sea menor que las que se gastan obligando así al cuerpo a quemar las reservas de grasa acumulada y, por tanto, disminuyendo el peso corporal.
Recomendaciones nutricionales contra el sobrepeso
Para conseguir esos hábitos nutricionales sanos es fundamental minimizar la ingesta de grasa en la alimentación y reducir el consumo de alimentos azucarados, fritos y comidas precocinadas. La diversidad de alimentos y la correcta organización de las comidas diarias serán los perfectos aliados para equilibrar la dieta. Igualmente, entender estos hábitos saludables como una forma de vida y aprender a disfrutar de ellos será la mejor fórmula para mantener el peso adecuado a largo plazo y evitar que el sobrepeso reaparezca una vez vencido.
Siempre bajo el consejo de un médico profesional que elabore una dieta específica para cada individuo, se recomienda seguir unas pautas generales que se enumeran a continuación.
Frente a las clásicas tres comidas diarias, es más aconsejable realizar cinco tomas cada día con una menor cantidad de alimento en cada una y siendo la cena la más ligera de todas. De esta forma se evitan las horas de ayuno que merman la fuerza de voluntad e incitan a picar fuera de horas. Seguir una rutina diaria y cumplir unos horarios ayuda a regular el cuerpo y a controlar la sensación de hambre.
La ingesta de fibras naturales presentes en las verduras, cereales y frutas debe prevalecer sobre los alimentos grasos, de igual forma, el pescado debe estar más presente en la dieta que las carnes. También es importante controlar la presencia en las comidas de elementos azucarados como los dulces, el chocolate o la mermelada y sustituir el azúcar por sacarina o aspartamo como edulcorantes de más bajo contenido calórico.
Sustituya los snacks altamente calóricos por otros más sanos como frutas o lácteos desnatados y las bebidas carbonatadas con azúcares simples por su versión sin azúcar o Light.
No se debe olvidar la importancia del método utilizado para cocinar los alimentos, así, las técnicas de cocción al horno, al vapor o a la plancha son altamente recomendables frente a fritos y rebozados que debe evitarse por su alto aporte calórico y graso.