Los seguros de vida son uno de los tipos de póliza más contratados en España. Se calcula que aproximadamente 30 millones de personas tienen uno en nuestro país. Sin embargo, si nunca has adquirido uno o si estás pensando cambiar de compañía, es posible que tengas dudas respecto a cómo funcionan exactamente, para qué sirven, y qué tipos existen.
Este tipo de seguro está pensado para cubrir las necesidades propias y las de nuestros familiares en los momentos de más necesidad. En función del tipo que escojamos, su foco estará puesto en ayudarnos a mantenernos bien a nivel económico durante nuestros años de vejez o en caso de invalidez, o bien a proporcionarle una vida cómoda a nuestras familias si fallecemos antes de tiempo.
En principio, el público objetivo de los seguros de vida son las personas de más de 40 años con cargas familiares, que quieren proteger a sus seres queridos frente a una situación grave. Sin embargo, cada vez más gente joven se interesa por este tipo de cobertura, siendo en 2005 más de la mitad de los nuevos contratantes ciudadanos de entre 25 y 44 años.
En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber sobre los seguros de vida, para que puedas hacer una buena elección si estás pensando en contratar una de estas pólizas.
Qué tipos de seguros de vida existen
Aunque existen una gran cantidad de subtipos en función de las condiciones exactas que se contraten, la mayoría de empresas ofrecen básicamente tres tipos de seguros de vida: de fallecimiento, de supervivencia, y mixtos. A continuación veremos en qué consiste cada uno de ellos.
Seguro de fallecimiento
El seguro de fallecimiento es una póliza que implica el pago de una determinada cantidad de dinero al beneficiario cuando el contratante de la misma muere. Obviamente, esto implica que el contratante y el beneficiario no pueden ser la misma persona.
Habitualmente, los seguros de fallecimiento son contratados por personas que quieren asegurar el futuro económico de sus seres queridos, o por quienes tienen una responsabilidad financiera muy alta. También pueden contratarse para cubrir todos los gastos relacionados con la muerte, como pueden ser el entierro o la cremación.
Básicamente existen dos subtipos: el seguro de fallecimiento de vida entera, o el temporal.
La modalidad de vida entera consiste en un pago de dinero al beneficiario al momento de la muerte del contratante, sin importar cuándo se produzca esta. Los temporales, por otro lado, solo incluyen un beneficio económico si el fallecimiento de quienes los contratan se producen en un momento determinado de su vida.
Debido a ello, los seguros temporales suelen ser bastante más baratos que los de vida entera, pero no tienen tantos beneficios. Generalmente se contratan para cubrir eventualidades como el pago de un préstamo. Si pasado el periodo contratado la persona sigue con vida, no percibirá ningún tipo de prestación económica.
Por el contrario, los seguros de fallecimiento de vida entera se comprometen a pagar una cantidad determinada en el momento en el que el contratante muera, sin importar cuándo suceda esto. Este pago puede realizarse de una sola vez o a plazos, en función de la modalidad escogida; y a menudo, estas pólizas incluyen cláusulas especiales como una cantidad extra de dinero en el caso de muerte por accidente o demás situaciones inusuales.
Seguro de supervivencia
La otra modalidad principal de seguro de vida es un poco distinta a lo que la mayoría de personas tienen en mente. Cuando se contrata una de estas pólizas, la empresa se compromete a pagar una cantidad determinada al asegurado cuando este alcanza una edad determinada, ya sea de una sola vez o a plazos.
Así, en los seguros de supervivencia el contratante y el beneficiario suelen ser la misma persona. La ventaja de adquirir una de estas pólizas está en que las primas recibidas por parte de la compañía suelen contar con beneficios fiscales, además de tener una rentabilidad que puede ser más o menos alta en función del plan contratado.
Dependiendo de varios factores, como la edad de la persona que quiere contratar el seguro o su estado de salud, la cantidad a pagar mes a mes puede variar en gran medida. Por eso, es importante asegurarse de buscar la opción más ventajosa antes de contratar una de estas pólizas. En cualquier caso, en general, los seguros de supervivencia suelen ser más caros que los de fallecimiento.
Seguro mixto
A pesar de no tratarse de una opción tan frecuente como las dos anteriores, algunas empresas ofrecen la posibilidad de contratar a la vez un seguro de fallecimiento y uno de supervivencia. Esto es lo que se conoce como una póliza mixta; y se trata de una opción que presenta tanto grandes ventajas como algunos problemas serios.
Por una parte, al contratar un seguro mixto tienes garantizado el cobro de la póliza, tanto si por lo que sea falleces antes de tiempo como si llegas a la edad que habías acordado con la compañía. Esto puede ser muy útil, ya que no solo tu futuro financiero estará cubierto con esta opción, sino que tus herederos o familiares recibirán una ayuda económica importante si en algún momento te ocurre una desgracia.
Sin embargo, al mismo tiempo estos seguros suelen ser significativamente más caros que cualquiera de las otras dos opciones, y su rentabilidad no es tan alta. Por eso, en función de nuestro estado financiero, nuestra salud y nuestra situación familiar, contratar un seguro mixto puede ser una buena idea o una pérdida de dinero. En cualquier caso, será necesario que reflexiones con cuidado antes de adquirir una de estas pólizas.
Conclusión
La decisión de contratar o no un seguro de vida es algo a lo que la mayoría de personas tendrá que enfrentarse en algún momento. Lo más habitual es realizar esta acción cuando se está entrando en la mediana edad y en el caso de tener fuertes cargas familiares u obligaciones financieras como el pago de un crédito. Sin embargo, cada vez más jóvenes están optando para adquirir una de estas pólizas y asegurar así la salud de sus finanzas en el futuro.
Por suerte, en nuestro país existen muchas empresas que ofrecen la posibilidad de contratar seguros de vida. Debido a ello, las opciones en este sentido son muy numerosas, por lo que es posible encontrar una póliza que cubra exactamente nuestras necesidades. Ahora que ya conoces cuáles son los principales tipos de seguros de vida, el siguiente paso es explorar las diferentes compañías que hay en el mercado y ver cuál puede encajar mejor con lo que buscas.