El uso de las carillas dentales se relaciona habitualmente como algo puramente estético, pero la verdad es que aportan beneficios mucho más importantes, por ejemplo, hay personas que gracias al uso de estas carillas han mejorado su autoestima y su socialización con el resto de personas. Y es que tener los dientes bien es más importante de lo que nos pensamos.
Pero vayamos por partes, ¿qué son las carillas dentales? popularmente también conocidas como carillas estéticas, se trata de una técnica que tiene por objetivo el poder “disimular” errores que tengamos en nuestra dentadura, como formas irregulares, diferentes tonalidades de blanco, manchas o roturas. Se trata de un proceso muy sencillo en el cual lo único que se hace es enmascarar el problema para que a ojos externos no se pueda percibir, es la última revolución en el área de la prostodoncia , si bien dentro en este área las carillas dentales son las menos invasivas de todas las técnicas existentes y con unos resultados estéticos extraordinarios.
La técnica desarrollada con estas pequeñas láminas ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Sus orígenes se remontan a finales de la década de los 30, en un entorno tan conocido como es el de Hollywood. Ya por aquel entonces había la necesidad de disimular ciertas cosas y por ello se inventaron lo que en ese momento se llamaban “Frentes de Hollywood”. Pero claro, la técnica era muy primeriza y acababa dando bastantes problemas, sobre todo referentes a las roturas y los problemas de fijación que se derivaban. Un par de décadas más tarde se inventaron nuevas fórmulas para llevarlo a cabo, experimentando con resinas y materiales similares… aunque no fue hasta 1983 que se optó por la porcelana, algo que a día de hoy aún persiste (a pesar de no ser lo más usado).
¿Qué tipos de carillas existen?
Tras consultar a los profesionales de la Clínica dental Soria Vizcaíno, nos explicaron que esencialmente existen dos tipos de carillas dentales: de porcelana y de composite si bien existe una tercera opción denominada carillas lumineers que son carillas dentales de porcelana pero con la peculiaridad de ser tan finas que no necesitan tallado de los dientes. Tanto las de porcelana como las de composite son buenas opciones, la principal diferencia es la duración y el precio. Las de porcelana duran mucho más que las de composite, en concreto podrían llegar a los 20 años si se cuidan bien. El problema (aparte de que el precio es más caro) es que para ponerlas se debe rebajar un poco el diente. En cambio las de composite, aparte de más baratas, ofrecen al facilidad de que no se tiene que tallar ni rebajar el diente, sino que simplemente son una “máscara” que se pone encima durante un periodo de tiempo concreto (que puede ser de unos cinco años). Este inconveniente se soluciona con las nuevas carillas dentales lumineers a las que ya hemos hecho referencia anteriormente.
Tratamiento y características de las carillas dentales
Los materiales que se usan hoy en día son muy buenos y garantizan que puedas conseguir tu mismo y exacto tono de blanco para que no se note la diferencia entre la carilla y tu propia dentadura. El objetivo es encontrar la manera de que una persona pueda lucir una sonrisa perfecta sin temor y sin complejos. Cuando se inicia un tratamiento así, se habla con el cliente y se analizan aspectos básicos como el tamaño de los dientes, angulación y proporciones (entre otros detalles) para que todo quede perfecto.
Son, además, un proceso rápido. Con una sola sesión tienes suficiente para dejar el tema zanjado. Se colocan de forma individual y cuando se termina se sale d allí con una sonrisa totalmente natural.
En términos generales y resumiendo lo dicho, estas serían las principales ventajas de este tipo de carillas:
- Fáciles de poner. No solamente rápidos (en una sola sesión lo tienes) sino que además es una técnica que no es para nada invasiva y que por tanto tus dientes no sufrirán ningún retoque ni raspado.
- Los materiales de hoy en día permiten que, con un buen uso y mantenimiento, puedas llegar a tenerlas una media de cinco años. Al no erosionar el diente, una vez pasado este tiempo puedes ponerte nuevamente unas carillas iguales a las anteriores.
- A diferencia de otros tratamientos, este es bastante económico y se adapta a todo tipo de bolsillos. Eso es posible gracias al hecho de que no hay intervención de laboratorios de prótesis dentales por en medio.
- Se personaliza al máximo para que queden del todo naturales. Se analizan diferentes aspectos estéticos de la cara y la expresión para que nadie note que te has hecho este tipo de tratamiento.
- Se puede hacer una “vista previa” para ver como quedarían. Eso se le puede pedir al dentista y te puede hacer un prototipo para que puedas ver cómo te van a quedar una vez colocadas.