Una de las grandes preguntas del momento entre los usuarios es si los filtros HEPA son capaces de capturar las partículas de SARS-CoV-2, es decir, del coronavirus que está causando una grave epidemia a nivel mundial. Son muchos los estudios que se han realizado a este respecto y, por fin, es posible dar una respuesta. Aquí vamos a analizar la cuestión y a explicar el por qué.
La transmisión del coronavirus a través de aerosoles
Sin duda, el gran descubrimiento de los últimos meses es que el SARS-CoV-2 puede transmitirse por aerosoloes. Pero ¿qué significa esto? Vamos a explicarlo porque es un término que ha llevado a error a muchas personas.
Hasta el 5 de octubre de 2020, fecha en que los CDC estadounidenses hicieron público un estudio que evidenciaba que el SARS-CoV-2 podía transmitirse por el aire, se pensaba que la única vía de contacto posible eran las gotículas de saliva y mucosidad que todos expulsamos al toser o al estornudar. Incluso se contemplaba la opción de que estas pudieran quedarse en objetos y sobrevivir varias horas o hasta días. Esa es la base sobre la que se sustentaron las principales medidas anticontagio aplicadas: distancia de seguridad de 1,5-2 metros, mascarillas y lavado de manos frecuente con soluciones hidroalcohólicas.
Sin embargo, dicho estudio ha certificado que existe una vía más peligrosa. Los aerosoles son pequeñas partículas que los seres humanos emitimos por la boca y la nariz al hablar, cantar o, simplemente, respirar. Su escaso tamaño hace que puedan flotar en el aire durante bastante tiempo con la carga vírica de SARS-CoV-2 asociada a ellas. Cuando otra persona las inhala, aunque haya respetado las tres directrices básicas para prevenir el contagio, es muy probable que se inocule.
La transmisión por aerosoles es complicada al aire libre. La radiación ultravioleta del sol y el viento hacen que esas partículas en suspensión se desplacen antes de llegar a otra persona o que, aunque sean inhaladas, lo hagan con una carga vírica muy inferior. Sin embargo, en espacios cerrados, es una bomba de relojería si no existe una buena ventilación. Es ahí donde entran en juego los filtros HEPA.
Entonces ¿son los filtros HEPA capaces de retener las partículas de coronavirus?
La respuesta es que sí. Sin embargo, no se trata de un proceso sencillo ya que no capturan en sí mismos las partículas de SARS-CoV-2 (son demasiado pequeñas), sino aquellas de saliva o mucosidad en las que viajan al ser expulsadas por una persona infectada por COVID-19.
Para entender cómo es posible esto, es necesario saber cómo funciona un filtro HEPA. En concreto, en su interior hay una malla de fibra de vidrio formada por hilos de entre 0,5 y 2 micras de grosor que, entre ellas, dejan un espacio máximo de 3 micras. Esa configuración es suficiente para atrapar las partículas infectadas por SARS-CoV-2 a través de cualquiera de estas tres vías:
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- Intercepción. Útil para las partículas de tamaño intermedio. (entre 0,1 y 0,4 micras de diámetro). Quedan adheridas a la fibra de vidrio al rozarse con los hilos.
- Impacto. Clave para las partículas más grandes (superiores a 0,4 micras de diámetro). Estas, literalmente, chocan contra los hilos de fibra de vidrio, de modo que no pueden pasar.
- Difusión. La específica para las partículas más pequeñas (0,1 micras o menos). En este caso, no es la fibra de vidrio la que las detiene, sino los propios gases presentes en el flujo del aire al atravesar el filtro.
Ahora bien, en ningún caso las partículas infectadas con SARS-CoV-2 llegan a los filtros HEPA por sí solos. Es necesario que sean arrastradas a él a través de corrientes de aire. Ese es el motivo por el que se instalan en aspiradoras, purificadores de aire y sistemas de ventilación. Dispositivos imprescindibles para evitar los contagios en interiores y que ya están siendo utilizados por muchos bares y restaurantes, gimnasios, tiendas y locales de ocio en general.
¿Cuál es el grado de eficacia de los filtros HEPA frente a la COVID-19?
Muy alta. De hecho, tanto el Gobierno de España como la Unión Europea recomiendan encarecidamente su uso en los purificadores de aire, sistemas de ventilación y aparatos de aire acondicionado y calefacción ubicados en interiores. Sin embargo, no en todos los casos es igual.
Las autoridades sanitarias recomiendan que, en aquellos espacios cerrados que no posean una buena ventilación natural y que gocen de gran afluencia de visitantes, es necesario instalar, como mínimo, filtros HEPA H13 en los sistemas de ventilación. Estos tienen una eficacia del 99,97 %, es decir, son capaces de retener 9997 partículas de cada 10 000 que haya presentes en el aire. En el caso del estándar HEPA H14, esa eficacia llega al 99,995 %.
Otros aspectos importantes sobre la eficacia del filtros HEPA frente al coronavirus
Ya hemos dicho que, por sí solo, un filtro HEPA no va a atraer las partículas de aerosol infectadas de SARS-CoV-2 presentes en el aire. Es necesario un dispositivo que succione el aire presente en el espacio y lo haga pasar a través de él para que se produzca la desinfección. Ese es el motivo por el que, a la hora de comprar un purificador de aire con filtro HEPA para el hogar o para un establecimiento comercial, hay que fijarse en su capacidad de renovación del aire.
Por ejemplo, si dicho local tiene 50 metros cuadrados, un purificador de aire pensado para espacios de 25 metros cuadrados no será eficaz. Siempre hay que adquirir uno, ya sea de forma independiente o como repuesto para el sistema de ventilación, que supere esa capacidad. Pero no solo eso. También es necesario fijarse en su capacidad de procesamiento. Hay modelos capaces de depurar esa cantidad de espacio más de 10 veces por hora, mientras que otros ni siquiera pueden completar un ciclo en ese tiempo.
En definitiva, los filtros HEPA son muy eficaces a la hora de prevenir los contagios de COVID-19 en espacios cerrados. Eso sí, siempre que ofrezcan una capacidad de retención superior al 99,97 % y se integren dentro de purificadores y sistemas de ventilación con capacidad suficiente para el inmueble.