7 razones por las que fomentar el dormir bien
Dormir es una actividad que todas las personas disfrutan por igual, aunque no todos la practican. Diferentes estudios clínicos han demostrado que dormir las horas necesarias, ocho horas en el caso de los adultos, recarga las baterías del organismo que es lo mismo que decir que de la vida. Y el cuerpo lo agradece devolviendo salud y bienestar, de ahí que sean tantos los beneficios de dormir bien.
Veamos esas siete razones por las que dormir bien nos hace saludablemente mejores:
– Dormir y la esperanza de vida. Dormir mucho o muy poco se asocia a una esperanza de vida más corta, hay estudios médicos que parecen confirmarlo, aunque científicamente no está claro si se puede tratar de una causa o de un efecto. Pero es justo recordar también hay no pocas enfermedades que tienen patrones de desarrollo que afectan a los regímenes del sueño.
– El sueño es parte de la calidad de vida. Este argumento parece una obviedad y, en realidad, lo es. Quien duerme mejor, sin lugar a dudas tiene todas las condiciones biológicas a su alcance para vivir mejor. Un organismo descansado, que ha disfrutado de un sueño reparador, también es más saludable.
– El sueño y las proteínas que inflaman. Algunas investigaciones han demostrado que las personas que duermen poco, seis horas o menos por la noche, tienen en sangre más niveles de proteínas potencialmente inflamantes. Ése es el caso de la proteína C reactiva que se deja sentir en los ataques al corazón.
Es más, las inflamaciones recurrentes están relacionadas también con otros riesgos para la salud como los trastornos en la presión arterial, están en las causas de envejecimiento prematuro, en los de la aparición de ciertas diabetes e igualmente en los derrames cerebrales.
Domir para ser más creativos
– El sueño reparador y la creatividad más deseable. Buenas dosis de sueño reparador ayudan a consolidar los recuerdos en la memoria de una manera que se ha demostrado como un factor básico del desarrollo de la actividad creativa. Lo apoya un estudio de la Universidad de Boston.
– Dormir bien y más para mejorar el rendimiento físico y deportivo. Otro estudio, éste de la Universidad de Stanford, descubrió que los jugadores de fútbol americano que durmieron al menos diez horas cada noche durante siete u ocho semanas mejoraron sus tiempos de reacción al sprint y sintieron menos fatiga al tiempo que incrementaron sus resistencias en carrera. Estos estudios corroboran otros en los que se hicieron seguimientos a tenistas y a nadadores con los mismos resultados.
– Estudiantes con sueño y problemas de aprendizaje. Niños y jóvenes con edades comprendidas entre los 10 y los 16 años con trastornos respiratorios en las fases del sueño son también muy propensos a desarrollar problemas de atención, tal y como reveló una investigación financiada por la revista norteamericana ‘Sleep’ en 2010.
Trastornos respiratorios en los que se incluyen roncar, apneas e interrupciones de la respiración en las fases del sueño profundo. Algo que podría desembocar en un deterioro de las capacidades de aprendizaje, porque, en el caso de los más pequeños, no dormir desencadena hiperactividad y trastornos en la atención. Otros estudios análogos que siguieron a estudiantes universitarios que dormían pocas horas, revelaron del mismo modo bajas calificaciones académicas y rendimientos más pobres en el aprendizaje.
– Dormir bien para disfrutar de un peso regulado. El metabolismo de las personas que no han dormido lo suficiente intenta adaptarse a las condiciones que impone tanta actividad prolongada en medio de la ausencia de un sueño reparador. Un efecto colateral de la persistencia de sueño por no dormir es la reducción de la capacidad del cuerpo para quemar grasas.
Como demostraron, en su momento también, los investigadores de la Universidad de Chicago y en un estudio sobre consumo de calorías y sueño. Quienes descansaron en el grupo de investigados perdieron un 56% de grasa. Más que los que no dormían con regularidad. Por otro lado, el trabajo también demostró que dormir menos incita al apetito, literalmente se tiene más hambre, y, por tanto, se tiende a comer más y a aumentar el peso.
Como ves, dormir poco no sale a cuenta. Dormir lo justo es justo lo que busca tu organismo. Dale gusto, duerme.