El deporte, soluciones saludables para combatir la obesidad
La obesidad es una enfermedad ampliamente extendida y una amenaza que acecha a numerosos niños, jóvenes y adultos. Las serias complicaciones de salud que provoca el sobrepeso, además de las consecuencias emocionales, sociales y estéticas que genera, hacen de este mal de los tiempos modernos un objetivo a combatir con todas las herramientas de las que disponen los especialistas.
No se trata de recursos sofisticados, de píldoras mágicas ni de dietas milagrosas. Por el contrario: la lucha contra el exceso de peso se basa en determinar los factores que lo provocan y en modificar hábitos de alimentación y estilos de vida que atentan contra el bienestar de las personas. Los expertos en obesidad conocen las causas y las influencias que originan este trastorno, así como los métodos individualizados y saludables para desterrar esta epidemia mundial.
Un entrenador o coach para conseguir tus objetivos
Prácticamente todo el mundo que quiere adelgazar necesita efectuar cambios en sus hábitos para conseguir sus objetivos. Cambiar hábitos no es algo sencillo pero afortunadamente hoy en día tenemos la posibilidad de recurrir a un entrenador o coach que nos puede ayudar a conseguirlo.
La figura del coach está íntimamente relacionada con el entrenamiento deportivo, pero en realidad va mucho más lejos y puede ayudarnos con cualquier propósito que nos marquemos en la vida para el que es necesaria la ayuda y supervisión de un entrenador. El coaching como profesión abarca ámbitos de especialización variadas como son el coaching profesional, personal, educativo, y otros más específicos como por ejemplo, el coaching para mujeres o el coach deportivo.
La dieta evidente, alimentos con menos calorías y más deporte
La acumulación excesiva de grasa se produce al ingerir mayor cantidad de calorías de las que se gastan. En una época caracterizada por el sedentarismo resulta complicado lograr una fórmula energética en la que la actividad física periódica equilibre el consumo de alimentos, por lo general ricos en grasas, harinas y azúcares. Cada uno de los aspectos de la vida actual está tan automatizado y facilitado que no queda lugar para el movimiento, el desplazamiento y las tareas que involucran dinamismo corporal. No caminamos, no subimos escaleras, transcurrimos demasiadas horas trabajando en labores de oficina y tenemos a nuestra disposición toda clase de aparatos que reemplazan nuestro esfuerzo físico. La mayoría de las veces nos encontramos tan cansados que no tenemos deseos de practicar algún deporte y preferimos disfrutar de nuestras horas libres en entretenimientos pasivos. El consumo de comidas rápidas y de alto contenido calórico ensombrece todavía más el panorama. Tomar conciencia de esta situación es el primer paso para el cambio.
El deporte, un aliado en la batalla contra la obesidad
El ejercicio físico favorece tanto la prevención del sobrepeso como la pérdida de kilos. Aquellas familias que promueven en sus hijos la práctica de deportes benefician notablemente a los niños, alejándolos del fantasma de la obesidad y habituándolos a costumbres saludables. Las personas que sufren de excesivo peso corporal pueden encontrar en la actividad física el mejor complemento a su dieta adelgazante. Los ejercicios aeróbicos tales como caminar, correr, ir en bicicleta y nadar son los más recomendados. Es importante respetar una frecuencia regular, tratando de llevarlos a cabo la mayor cantidad posible de días a la semana y con una duración no inferior a los 20 minutos en cada oportunidad. La intensidad debe ser moderada y en todos los casos es necesaria la realización de un control médico antes de incursionar en cualquier tipo de práctica deportiva. También son importantes los ejercicios de musculación, ya que el aumento de la masa muscular implica una mayor actividad metabólica y, por lo tanto, más gasto de energía y calorías. Al comenzar y al finalizar cada rutina es imprescindible realizar ejercicios de estiramiento y flexibilidad. Esto es de fundamental valor en las personas obesas debido a que el sobrepeso siempre provoca una disminución general de la movilidad.