Disponer de un equipo de primeros auxilios debería ser una prioridad para todos, ya que nunca se sabe a qué tipo de accidentes podemos llegar a enfrentarnos en cualquier lugar. De hecho, pensar que estamos seguros en casa es algo bastante alejado de la realidad, puesto que los accidentes domésticos suelen ser uno de los más habituales. Por ese mismo motivo es necesario estar prevenidos para poder actuar y atender ciertas heridas o problemas menores que no precisen de una atención de urgencia, como por ejemplo posibles quemaduras leves o picaduras de insectos.
Dicho botiquín de primeros auxilios debería confeccionarse pensando muy bien qué es la actividad que vamos a realizar, cuál es el lugar que vamos a visitar, cuáles son los insectos que predominan en una zona determinada, o qué tipo de percances pueden surgir en casa. De esta forma, y sobre todo teniendo en cuenta el nivel de actividad diaria que tengamos, podría elaborarse un buen botiquín básico, según sea destinado para el hogar, para los viajes o para excursiones determinadas.
Por supuesto, para dicho botiquín también tienen que tenerse en cuenta las características personales, dado que podría darse la circunstancia de que nuestros hijos o los amigos que nos visiten tengan problemas de alergias o de asma, que nunca estaría de más contemplar.
En cualquier caso, todos tendríamos que disponer de un botiquín básico de primeros auxilios, tanto en casa como en otros lugares como el coche, que debería componerse de un mínimo de productos básicos para la atención rápida y eficaz del percance que pueda surgir.
Elementos básicos en un botiquín
- Gasas
- Agua oxigenada.
- Algodones y bastoncillos.
- Termómetro.
- Pañuelo inmovilizador.
- Vendas elásticas.
- Apósitos.
- Productos analgésicos.
- Tiritas o tiras adhesivas.
- Toallitas para picaduras.
- Toallitas con alcohol o antisépticas.
- Desinfectante
- Guantes de látex.
- Compresas frías.
- Esparadrapo
- Bolsa de frío o calor reutilizable.
- Linterna dinamo.
- Protector desechable para realizar un boca a boca.
- Tijera acero inoxidable.
- Pinza acero inoxidable.
Otro tipo de productos, como las cremas para protegernos del sol, las especiales para picaduras, los antihistamínicos o los medicamentos para prevenir situaciones de diarreas, etc., pueden ser muy útiles también para momentos determinados y épocas de más calor. Como última medida preventiva, se recomienda revisar el contenido de nuestro botiquín de primeros auxilios de forma periódica para asegurarnos de que no guardamos productos caducados que hayan perdido su efectividad o puedan ya resultar perjudiciales para la salud, así como un sencillo manual de primeros auxilios con toda la información necesaria y los teléfonos de emergencia disponibles en caso de necesidad.
Estar prevenidos ante pequeños contratiempos como sufrir un corte en la cocina, yendo de excursión por el campo, o quemarse con aceite hirviendo en casa, sin duda no tiene precio. Tiempo habrá de acudir al médico después si el dolor no cesa o queremos quedarnos más tranquilos y contar con una opinión profesional.
En cualquier caso, es importante recordar que el botiquín puede ayudarnos en casos de accidente o contratiempo leve, lo que significa que si se trata de algo mayor siempre deberemos llamar a los efectivos sanitarios y guardar la calma mientras recibimos la atención necesaria, pues el hecho de utilizar algún recurso de botiquín en casos de accidente grave, podría acarrear consecuencias funestas para la persona accidentada en cuestión.
Otras medidas a tener en cuenta son, mantener el botiquín de primeros auxilios en una zona segura y alejada de focos de calor, así como completamente fuera del alcance de los niños, que podrían tener la tentación de abrirlo y exponerse a graves peligros de salud al llevarse algo a la boca o simplemente al entrar en contacto.
El resto de medicamentos que consumimos a lo largo del año, como por ejemplo el antibiótico para una gripe, siempre deben eliminarse una vez finalizado el tratamiento y no guardarlos en un botiquín por si nos vuelven a hacer falta, ya que ese tipo de medicamentos con receta deben ser recetados siempre por un médico y expedidos por profesionales para casos concretos, pues sus efectos secundarios pueden ser peligrosos para la salud cuando no sean estrictamente necesarios y/o durante periodos demasiado prolongados.