Las enfermedades cardiacas son una de las primeras razones de muerte en el mundo, especialmente en países como EE.UU, y lo cierto es que podemos tomar muchas medidas para no llegar a padecerlas al existir determinados factores de riesgo que se pueden conocer y controlar. El corazón es el responsable principal de nuestro sistema circulatorio, encargado de bombear la sangre y de distribuirla por nuestro cuerpo. Cuando la sangre no se distribuye bien se produce la falta de oxígeno necesario en el cuerpo, alterándose en consecuencia la contracción cardiaca que necesitamos que se produzca para vivir.
Estilo de vida saludable para prevenir enfermedades cardíacas
En este sentido, adoptar un estilo de vida saludable será fundamental para evitar los problemas arteriales que conduzcan con el tiempo a problemas cardiacos más severos. Evitar la sal, las grasas, practicar ejercicio…son prácticas relativamente sencillas que podemos aplicar para prevenir los problemas de corazón. Y es que la alimentación es esencial para controlar enfermedades como la hipertensión, plenamente relacionada con posibles problemas cardíacos, por lo que puede resultar vital el establecer medidas como la eliminación de las grasas saturadas de la dieta, presentes en la bollería industrial y demás platos procesados, entre otras.
Pero lo cierto es que, al margen de la alimentación, pueden darse otro tipo de factores que deriven en los problemas cardíacos, como ocurre con la tensión, que tiende a elevarse de manera natural a medida que se cumplen años, por lo que otro tipo de hábitos como la práctica regular del ejercicio, pueden ayudar también a prevenir futuros problemas del corazón.
Factores que favorecen los problemas cardíacos y cómo evitarlos
- El sobrepeso y la obesidad. El sobrepeso y, sobre todo la obesidad, tienen un efecto nefasto en nuestro organismo. Controlar el peso es un paso fundamental para estar sanos y para evitar problemas como es el del colesterol. Las llamadas grasas malas, o LDL, terminan saturando y obstruyendo las arterias, lo que suele derivar en problemas cardíacos. Para evitarlo, reducir los niveles de colesterol debe ser un hábito prioritario, lo que puede hacerse de forma natural con la combinación de movimiento e ingesta de alimentos ricos en proteínas, preferiblemente procedentes de pescados azules, como el salmón, el atún o las sardinas.
- El sedentarismo y la falta de ejercicio. La práctica del ejercicio debe establecerse según la persona y las condiciones de la misma. Una persona joven podrá practicar más ejercicio y de manera más intensa que una persona de edad avanzada, que solo debería realizar ejercicios ligeros de mantenimiento. En cualquier caso, la media general recomendable es hacer ejercicio 3 o 4 veces a la semana durante al menos 30 minutos.
- Niveles de ansiedad y estrés elevados. El estrés está tan directamente relacionado con los índices elevados de presión arterial, que puede ser un factor de altísimo riesgo de infartos, por lo que es fundamental encontrar métodos para controlarlo, como el ejercicio o la meditación.
- Consumo de tabaco y otras sustancias nocivas. Se cree que las personas que fuman duplican sus posibilidades de padecer problemas cardíacos. Pero no solo es el tabaco la única sustancia nociva que puede favorecer los problemas del corazón, ya que el alcohol, al tener una capacidad de retener la grasa en nuestras arterias, es otro acelerador que deberíamos evitar.
Alimentos sanos para cuidar el corazón
Con respecto al aporte proteico siempre es mucho mejor recibirlo de los pescados, y no tanto de la carne, y dentro de los mismos siempre es mejor el pescado azul, mucho más rico en grasas saludables omega 3, muy útiles para prevenir los niveles altos de colesterol en sangre. Pero, ¿qué tipo de alimentos son los mejores? Estos son algunos de los que no deberían faltar en tu dieta:
- Salmón, caballa, arenques, sardinas…El consumo de estos pescados puede evitar la inflamación de los vasos sanguíneos, el aumento de los triglicéridos y el riesgo de coágulos. Deben consumirse al menos dos veces por semana.
- Garbanzos, lentejas judías…Son alimentos repletos de nutrientes buenos para el corazón, como la fibra y el magnesio. Regulan el colesterol y la glucosa en la sangre.
- Aceite de Olivia virgen extra. Un buen aceite ayuda a reducir el colesterol malo o ldl, así como la presión arterial.
- Disminuye los triglicéridos en la sangre.
- Frutos rojos. Aportan los nutrientes necesarios para una alimentación sana, como por ejemplo la fibra o la vitamina C.
- Las naranjas contienen determinadas propiedades, como los carotinoides y los flavonoides, que son unos magníficos antioxidantes favorecedores también de la disminución de la presión arterial.